Nuevo prólogo para el informe "América Latina y los riesgos catastróficos globales: transformando la gestión del riesgo".

En el marco del proceso de socialización del nuestro informe “América Latina y los riesgos catastróficos globales: transformando la gestión del riesgo” nos complace compartir con ustedes el prólogo escrito por el Ex-presidente mexicano y miembro de The Elders Ernesto Zedillo Ponce de León quien nos honra con la escritura de esta pieza y a quien agradecemos su disposición y colaboración.

Ernesto Zedillo Ponce de León

Universidad de Yale

The Elders

Ex Presidente de México

Julio de 2024

Pueden descargar esta nueva versión del informe con prólogo en el siguiente botón:

Prólogo

Una de las grandes paradojas de nuestro tiempo es que entre más grande es el poder de la tecnología, al punto de que este mismo avance crea riesgos catastróficos y aún existenciales para la humanidad, la gobernabilidad –otra creación humana– para contender con esos riesgos, lejos de fortalecerse, parece debilitarse inexorablemente. Eliminar o al menos mitigar riesgos que pueden ser catastróficos a nivel planetario, constituye –en léxico de economistas– un bien público global. En otras palabras, se trata de lidiar con fenómenos que no reconocen fronteras sino cuyos efectos las traspasan sin prácticamente ningún límite. Consecuentemente, para remediar esos efectos, es indispensable contar con la adecuada cooperación y coordinación internacionales que provea los acuerdos con reglas claras para determinar la responsabilidad de cada país y los mecanismos para asegurar su cumplimiento. En esto consiste la llamada gobernabilidad global.

Los acuerdos internacionales que se han alcanzado para proveer algunos de esos bienes públicos globales resultan insuficientes y además típicamente se incumplen. Esta circunstancia es una expresión palmaria del debilitamiento sufrido en años recientes por el sistema multilateral, el que en términos prácticos ha estado siendo minado, principalmente por acciones de las grandes potencias.

El mundo parece estar regresando, desde el sistema basado en reglas construido después de las dos grandes guerras del siglo 20, hacia uno sustentado simplemente en la voluntad y fuerza unilateral –bélica y económica– de sus principales actores. En estas condiciones se antoja improbable contar en un plazo razonable con la gobernabilidad global requerida para contener y evitar la materialización de riesgos catastróficos, que podrían presentarse a consecuencia de fenómenos, como las pandemias, el cambio climático, la pérdida acelerada de biodiversidad, las armas nucleares, y la aplicación maligna de tecnologías de la información incluyendo la llamada Inteligencia Artificial.

Una prueba contundente de la insuficiente gobernabilidad para enfrentar riesgos catastróficos se ha dado recientemente con la pandemia del Covid19, donde claramente las reglas e instrumentos acordados previamente por la comunidad internacional no solo resultaron insuficientes, sino que mucho de lo estipulado de manera vinculante en instrumentos como el Código Sanitario Internacional adoptado en el 2005 no fue cumplido, con consecuencias económicas y de sufrimiento humano devastadoras. Es también muy preocupante que, a pesar de la tragedia sufrida, se esté fallando en aplicar las lecciones dejadas por la reciente pandemia con el fin de prepararse para un próximo episodio de similar naturaleza.

Lamentablemente, ejemplos de insuficiencia e incumplimiento de los acuerdos internacionales existentes se encuentran prácticamente en todos los riesgos catastróficos hasta ahora identificados por la comunidad científica internacional. Esta es una razón, entre otras, por la que el informe América Latina y los Riesgos Catastróficos Globales producido por el Observatorio de Riesgos Catastróficos Globales (ORCG) tiene especial importancia. El estudio, aunque se enfoca en un conjunto limitado de riesgos realmente globales, se refiere competentemente a sus posibles consecuencias para nuestra región, lo que debe aprovecharse tanto por los centros de investigación de estos fenómenos en nuestros países, como por los gobiernos responsables de gestionar su mitigación. El informe procesa el mejor conocimiento disponible en la materia y la presenta de manera accesible para quienes tengan interés y responsabilidad en este campo.

Muy importante es que el informe no sea solo excelentemente descriptivo sino además prescriptivo, al ofrecer un catálogo muy completo de recomendaciones que debieran ser seriamente consideradas por los gobiernos, instituciones y sociedades civiles de América Latina y el Caribe. El mensaje sobre la indispensabilidad de la cooperación y coordinación regional es particularmente esencial a la luz de los vacíos existentes en la gobernabilidad global. Estos vacíos no pueden ser subsanados regionalmente por completo; sin embargo, la acción regional coordinada puede atemperarlos y además servir para catalizar políticas globales más ambiciosas y efectivas.

En suma, este informe refleja un trabajo en marcha muy valioso del Observatorio, trabajo que debe apoyarse y atenderse por el bien de nuestros y todos los países del mundo.

Agradecimiento

Agradecemos ampliamente al Ex-presidente Ernesto Zedillo Ponce de León por sus comentarios y colaboración con la escritura del presente prólogo. Esperamos poder continuar aportando a gestión de los riesgos catastróficos globales en conjunto. 

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